Publicado por: TSU. Willmen González
El aprendizaje colaborativo es, ante todo, un sistema de interacciones cuidadosamente diseñado que organiza e induce la influencia recíproca entre los integrantes de un equipo. Es también un proceso en el que se va desarrollando gradualmente, entre los integrantes de dicho equipo, el concepto de ser mutuamente responsables del aprendizaje de cada uno de los demás.
En otras palabras la
colaboración, en un contexto educativo, es un modelo de aprendizaje interactivo que invita a los
alumnos a caminar codo a codo, a sumar
esfuerzos, talentos y competencias mediante una serie de transacciones que les
permitan llegar juntos al lugar señalado.
Sin embargo, hablar de
aprendizaje interactivo, no sólo nos debe llevar a pensar en el modelo
colaborativo, sino también en el
modelo cooperativo. Las diferencias esenciales entre estos dos procesos de
aprendizaje es que en el primero los alumnos son quienes diseñan su
estructura de interacciones y mantienen el control sobre las diferentes decisiones que repercuten en
su aprendizaje. Mientras que en el
segundo, es el profesor quien diseña y mantiene casi por completo el control
en la estructura de interacciones y de los resultados que se han de obtener.
No obstante estas
diferencias significativas, ambos modelos deben ser vistos como parte de un
proceso continuo que se respalda tanto
en la epistemología constructivista como
en la teoría de la interdependencia
social propuesta por Kurt Lewin, la cual dio origen a la teoría de la
cooperación y la competencia. La teoría de la cooperación y la competencia
establece que las personas podemos
establecer tres maneras básicas de comportarnos con los demás:
1) Establecer metas de
trabajo o aprendizaje personales cuyos resultados no son afectadas por las
acciones de los demás (Independencia social);
2) Establecer metas de
aprendizaje cuyos resultados son afectados por las acciones de los demás, pero nuestras acciones
no afectan los resultados de los otros (Dependencia social).
3) Establecer metas comunes con otras personas de tal manera que los resultados de cada uno son afectados por las acciones de los otros (Interdependencia social).
Las técnicas didácticas centradas en trabajo colaborativo virtual:
El aprendizaje colaborativo
se promueve cuando los miembros de un grupo tienen una meta en común y trabajan
en conjunto para alcanzarla. Esto se logra compartiendo experiencias,
conocimientos y habilidades entre todos los miembros.
Para lograr un aprendizaje colaborativo efectivo es importante hacer presente en el trabajo grupal cinco características que se describen a continuación:
1) Interdependencia positiva: “nosotros” en lugar de “yo”:
La interdependencia positiva
tiene lugar cuando uno percibe que sólo en unidad y coordinación con el
esfuerzo de los otros podrá alcanzar una meta. Los miembros del grupo deben ser
conscientes de dos responsabilidades: desarrollar y aplicar lo mejor posible
sus capacidades y contribuir a que sus compañeros desarrollen y apliquen
también las propias capacidades. Para esto es importante que cada miembro del
grupo conozca sus cualidades y áreas de oportunidad, para fortalecer las
primeras y atender las segundas y ayudar a sus compañeros a hacer lo mismo. Con
el mejor esfuerzo de cada uno y teniendo muy clara la meta, se logrará una
mayor eficiencia a nivel individual y en el grupo.
2) Efectos positivos de esta característica vistos en grupos colaborativos:
El hecho de que el desempeño de cada uno de los integrantes afecta el desempeño de los otros, fortalece la responsabilidad y esfuerzo individual.
No sólo se motivan los
participantes del grupo a esforzarse, sino que se propicia el desarrollo de
nuevos aprendizajes al interactuar. Se ha visto que se utilizan estrategias de
razonamiento más frecuentemente que quienes trabajan individualmente o en
competencia.
3) Responsabilidad y compromiso individual:
Es la contribución personal para lograr las metas del grupo. El compromiso individual fomenta la responsabilidad individual, pues a medida que un miembro se interesa por el logro de la meta y la interioriza, se incrementa su responsabilidad por cumplirla.
4) Se favorece un alto compromiso individual cuando:
Se tiene clara la meta grupal. Esto facilita la comunicación y solución constructiva de conflictos, evaluar el desempeño del grupo, mantener el enfoque de las acciones a realizar, y sentirse motivados al ir logrando propósitos.
Se analizan los pasos que hay que realizar para alcanzar el propósito del grupo. Se analizan las circunstancias del grupo, como cualidades, oportunidades, tiempo, limitaciones y se toman decisiones para poder alcanzar la meta considerando lo anterior, proponiendo un compromiso mutuo por alcanzar la meta de acuerdo a la situación del grupo y de cada uno.
Se operacionalizan las metas mutuas en una serie de metas de desempeño distintivas y específicas. Se definen las responsabilidades de cada miembro.
Son claras las actividades y esfuerzos de cada miembro y se reconoce lo que cada uno ha realizado.
Cada miembro se responsabiliza del resultado final, y si el grupo es cohesivo. Entre más pequeño sea el grupo, más alto será el compromiso individual, mismo que favorece la efectividad del grupo ya que cada miembro, al responsabilizarse de sus aportaciones, contribuye al beneficio y aprovechamiento de todos los miembros del grupo.
El compromiso individual es un elemento que favorece que el grupo se desarrolle como tal, sin él, simplemente sería un conjunto de individuos trabajando juntos.
5) Interacción cara a cara:
Se logra cuando los estudiantes:
a) proveen unos a otros
ayuda, intercambian recursos como información y materiales, y procesan la
información más eficientemente,
b) proveen unos a otros
retroalimentación para mejorar su desempeño en las tareas y
responsabilidades
c) comparten conclusiones y
razonamientos para la toma de decisiones correctas
d) se motivan unos a otros a alcanzar la meta y beneficios
mutuos
e) actúan de manera que
inspiren confianza unos a otros.
f) en consecuencia disminuye
el estrés y la ansiedad
Cabe destacar que la
interacción cara a cara no solamente es
posible en contexto presencial sino
también en el ambiente a distancia, a través de actividades de interacción en
línea. El diseño y seguimiento de la actividad para tal efecto es muy
importante para lograr resultados positivos.
Habilidades sociales:
Es importante que los
estudiantes desarrollen habilidades sociales como las siguientes:
Conocimiento y confianza
entre los miembros del grupo,
Comunicación precisa
evitando ambigüedad
Escucha
Respeto
Aceptación y apoyo de unos a
otros
Solución de conflictos de
forma constructiva
Referencias Bibliográficas:
Fainholc, B. (1999)
Interactividad en la educación a distancia: Piados. Argentina.
Johnson y Jonson. (2000). Joining Together. Minnesota
University: Allyn and Bacon.
Harasim. L., Hilz. S.,
Turoff M., Tales L. (2000). Las redes de aprendizaje: Gedisa. España.
Experiencia personal al
diseñar, e implantar el curso Proyecto de Tecnología Educativa,
Agosto-Diciembre 2000.
Advance Workshop ITESM on POL design (2001). Twente
Univerisity, Enschede, Holland.
Las Técnicas Didácticas en
el Modelo Educativo del ITESM:Vicerrectoría Académica.
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